Padre he aquí tu familia en tus hijos y descendientes que sin lugar a dudas de tu existir, fueras ejemplo para cada uno de nosotros, por que sabemos del respeto y vehemencia que tenias así a la Divinidad, en el paso tuyo por la tierra.
Y tus hijos criados en la fe Católica por nuestra señora Madre, sabemos que tus restos mortales descansan en un nicho, frío.
Pero tu Espíritu inmortal que fue puesto por el celestial en ti siempre estará pendiente en cada uno de tus hijos, y demás familiares cercanos.
Padre nuestro, ya han transcurrido 50 años desde tu partida y te sentimos presente, tu esposa y tus hijos, en cada pasar de la vida diaria terrenal.
Sigue reposando y en completa armonía con Dios.
Que cada uno de nosotros tus descendientes estamos en igual armonía con nuestro Padre Omnipotente y creador de toda la humanidad.
Paz en tu morada eterna.
U.S.A. New York 17 de julio de 2009
Tu hijo ausente: Santiago Iván Zambrano Ávila.